Tenia tormentas electricas en los ojos,
miradas eternas sin horizontes
un silencio lluvioso disfrazado de rostro
y nubes grises atrapadas en la garganta.
Se me escaparon con el viento mil palabras suicidas
saltaban de los labios apresuradas y atropeyandose,
algunas olvidando que debian tener sonido
y otras brillando a gritos.
No habia poema, ni cancion, ni verso,
ni oracion, ni frase, nisiquiera palbras completas
pero se me derramo el alma por la boca
hazta que solo quedaron silencios apagados.
Y cuando solo estaba mi ultima sonrrisa
vestida de colores
violentos,
fugaces,
tornasol,
esperanza,
me robaste la tempestad...
me robaste la calma.